Japiberdeituyu

Bueno, parce ser que ha hace algo más de un año que escribo mis mierdas en este blog. Sólo quiero decir a todos aquellos que han seguido el blog, ya sea desde el principio, ya sea desde cualquier momento, que me enternece mucho pensar que a alguien le importa lo que yo diga, o lo que yo pienese, enterremos los rencores con aquellos que me han insultado o con aquellos a los que he insultado yo... Joder, claro que es broma, que se joda Detritus! Jajajaja... Por mucho que lo hayan intentado esos detractores de la verdad absoluta, aquí sigo, y aquí seguiré, dándoles por el culo sin duadr ni un momento en faltarles al respecto o en hacerlos llorar agarrados a su almohada. Así pues, hagamos un repaso a todo lo que hemos aprendido en este último año:

1. El manga no existe, es cómic mismamente.
2. El manga apesta (aún sin existir).
3. Los otakus son unos gilipollas casi en su totalidad.
4. Yo molo más.
5. No es lo mismo Freak que Friki.
6. El que lo niege morirá.
7. Marvel mola más que DC.
8. Spiderman es cabezón y siente lástima por Detritus.
9. Los mensajes anónimos son de cobardes.
10. Braindead es la mejor película gore de todos los tiempos.
11. Supreman Returns apesta.
12. Las tortugas ninja son las víctimas
13. Hay gente a quién le pone cachonda el sexo con pulpos.
14. Esta gente está enferma.
15. El primer paso es roconocerlo.
16. Hay mucho listillo suelto.
17. Yo no soy un listillo, aunque podría serlo si quisiera.
18. Panini nos quiere estafar (y lo consigue).
19. Las catas Genio de Marvel Heroes son una mierda.
20. Aquí Ximi es Dios y vosotros sois sus humildes siervos.

Con esto acabamos con las veinte cosas que hemos aprendido durante estos doce meses, sin doce causas ni pollas en papryka. Bueno, el miercoles sabremos cual es la canción más friki de la historia, no os lo perdáis. Aprovecharé este año para cambiar algunas cosas del diseño, y os daré alguna que otra sorpresa. No dejéis de leereme, ya que mi palabra es verdad, y la verdad es poder, y el poder son tias en pelotas en vuestra cama (o tíos, según el sexo y la orientación sexual). Hala, a cascarla.